Cuentos y Leyendas de Myrtana

Se me ha ocurrido que podría inventarme Cuentos y Leyendas sobre Myrtana, mejor dicho que podríamos, pues me gustaría que colaboraseis conmigo aportando ideas sobre estas historietas, es decir, vosotros me decís un título y un tema y con eso me invento una historia.

Ejemplo:

-Lugar: Valle de las Minas, Ciudadela.

-Periodo: Expedición de Garond.

-Tema: Grupo de Resistencia miliciano.

-Personajes: Fulanito, Menganito, Gorn y Mud.
(Podéis inventaros los nombres)

Y yo a partir de ahí me podría inventar, por ejemplo:

Historia: Hay un grupo de valientes hombres sobre los que me gustaría hablar, hombres que dieron su vida por la paz y la libertad de Khorinis y del reino entero, hombres que no serán plasmados en los libros, pero si en los corazones de la gente que los conoció y por eso intentaré relataros esta gran hazaña, para que nadie pueda borrar lo que fueron e hicieron estos valientes hombres.

Tiempo ha en el Valle de las minas un reducido grupo de milicianos partió con la orden de tomar y proteger lo que un día fue la antigua ciudadela, marcharon bajo las órdenes de... ETC...

Y así ir inventando historias sobre este magnifico mundo.

PD: Pueden ser cualquier tipo de temas, ya sean humorísticos como dramáticos, ya sea con grajeros como con Magos, lo que sea, pero que sea lógico y concuerde con el mundo Gothic, obviamente

Yo no lo veo... para eso ya tenemos la sección de relatos, que se pueden hacer de cualquier temática, largos o cortos...

Estuve hablando ayer con Anti y le gustó.
Merce ten en cuenta que no a todo el mundo le gusta escribir relatos, pero aquí solo tienen que dar su idea y yo inventaré la historia.
Y así ir creando historias sobre el mundo de Gothic, ¿no se qué tiene de malo?

si, a mi me parece una gran idea para implicar al lector en el relato.

Cuentos y Leyendas

"Cantares de Lee"

Sobre este tema se han escrito y tratado multitud de hipótesis, ideas o fantasías, pero la verdad nos la cuenta de primera mano un hombre,
un hombre que fue traicionado, por envidia, avaricia y traición, un hombre que hubiese dado su vida por su viejo amigo Rhobar II, pero
que tras de apostatado, solo buscó la venganza, una venganza que posteriormente vería sus frutos, pero ahora comenzaré por el principio.

Cantar Primero "El Gran General"

Lee hombre corpulento, de pelo negro y ojos marrones, todo ello acompañado de honor y un semblante de odio.
En la gran Batalla de Varant, el preciado General Lee condujo a los hombres del Rey Rhobar II a la victoria, ésto provocó que
el pueblo de Myrtana aclamase a Lee, mientras que el resto de Generales y consejeros quedasen en un segundo plano, lo que
ocasionó una gran conspiración contra Lee, tal fue que la esposa del Rey Rhobar II fue asesinada en su cuarto mientras dormia.
El Rey Rhobar II apresuró a sus consejeros ha indagar en lo ocurrido y éstos, con la ayuda de la gran mayoría de oficiales del
ejercito de su parte, acusaron a Lee con pruebas falsas. El Rey Rhobar II cegado por la muerte de su esposa, ordenó el encarcelamiento
inmediato de Lee en la Colonia penal de Khorinis. Según muchos de los presentes el Rey Rhobar II dijo: "Estoy dolido por tu traición, mi
corazón me dice que debería ejecutarte, pero mi razón me recuerda tus servicios prestados y ya me conoces, no soy muy sentimentalista"

Cantar Segundo "El Gran Líder Mercenario"

Tras la rebelión de los reclusos en la Colonia penal, también conocida como Valle de las minas, en Khorinis, decidió ayudar a los
magos del agua que se encontraban dentro de la barrera, los cuales estaban liderados por Saturas y fueron tratados con suma
consideración por parte de los convictos que decidieron seguir a Lee, algunos de ellos sirvieron a sus ordenes durante la guerra
y le tenían sumo respeto. Tras un largo recorrido encontraron una gran cueva al oeste del valle, donde asentaron un gran campamento
al que se le irían sumando nuevos miembro, éste campamento fue conocido como "Campamento Nuevo".

Cantar Tercero "El Galeón"

Una vez cayó lo único que los mantenía unidos al Valle de las minas, la gran barrera mágica, pudo escapar con sus hombres, pero no
abandonó a los magos del agua y los escoltó hasta que salieron del Valle y los magos estuvieron a salvo.
Por otro lado los Mercenarios de Lee, fueron contratados por un poderoso terrateniente, Onar, el cual se negaba a seguir pagando
los altos impuestos que exigía el enviado del Rey Rhobar II, Lord Hagen, el cual intentaba mantener el orden en la isla y conseguir la mayor
cantidad de mineral posible para el continente, en el cual se libraba una cruenta batalla contra los orcos.
Lee no tenía en alta estima a Lord Hagen y menos después de los ocurrido, pero debía dialogar si quería llegar al continente y
llevar a cabo su clamada venganza, por eso una vez las cosas se volvieron insostenibles en la isla, Lord Hagen concedió el barco
a Lee y a otro grupo de peculiares pasajeros, con el que llegaron a Myrtana.

Cantar Cuarto "Myrtana"

Una vez desembarcaron en las costas del continente, más concretamente en la inmediaciones de un pueblo, de nombre Ardea.
Lee se dirigió al norte, donde se entrenaría y prepararía su venganza, tras un largo tiempo de espera, se encontró con un
viejo amigo de nombre desconocido, pero de célebre hazañas, el cual le ayudó a entrar en la ciudad de Vengard, más certeramente
al templo de Innos desde el que partió hasta llegar al palacio real.

Cantar Quinto "Venganza"

Una vez en el gran salón del trono, llevó a cabo una encarnizada lucha con el Rey Rhobar II, los leales a Lee pelearon con los
leales a Rhobar II, lo que acabó en una gran pelea y la muerte del Rey Rhobar II y todos los que conspiraron contra Lee.

Así acaba una gran historia, de sangre, traición y venganza, así acaba la historia de un hombre de honor.

yo propongo un cuento sobre la vida de mud antes de llegar a la colonia, y los actos que le llevaron al presidio, sus personajes principales deberían ser:

-Mud (protagonista)
-Risk (su padre)
-Rena (su madre)
-Mark (hermano)
-Deper (amigo)
-Sondy (amigo)
-Fredy (amigo)

debería de estar ambientado en khorinis, en su mejor época, cuando aun llegaban barcos de myrtana.

Muy buen tema,,, y también me ha gustado mucho los cantares de Lee jeje aunque me ha parecido un poco corto eso sí

Yo también me animaré a escribir alguna cosilla,,
PD: Anti, tu idea de contar la historia de Mud es muy buena jeje
Una cosa que nunca he entendido es como si te gusta tanto leer relatos nunca has escrito uno -por lo menos aquí en gothic clan-

Psico, si te animas, adelante, pero estaría bien ponerlo en de modo narrador.
Yo estoy ahora con la historia de Mud y me está quedando bastante bien

Cuentos y Leyendas

"Una gran familia"

Esta peculiar historia comienza con dos muchachos, uno de ellos de nombre conocido, Mud y otro no tan conocido,
pero no por ello menos importante, Mark. Los dos muchachos rondaban casi todas las mañanas por el bullicioso y
comercial puerto de Khorinis, el cual era el más próspero de toda la isla, aunque quizás fuese porque solo había
uno en toda la isla, una isla que portaba el mismo nombre que su capital, Khorinis, aunque más bien fuese al reves, pero
volvamos a esta curiosa historia de hermanos, si efectivamente aquellos dos muchachos eran hermanos, el más mayor Mark,
era el más agraciado para las mujeres, alto, fuerte, de semblante atractivo, mientras que Mud, era por decirlo de alguna manera,
el indecoroso y el singular, pues tenía un aprecio, el cual se podría tachar de excesivo hacia los animales, por lo que se metían con él
en el colegio y su hermano Mark, le tenía que estar sacando de más de una reyerta. Siempre que volvían a casa, su madre de nombre
Rena, le tenía preparado, según ella, un delicioso guiso de pescado y carne de ratopo, los cuales había conseguido su padre, Risk,
éste se dedicaba a la caza y pesca, además de ser la única fuente de ingresos de la familia, todo cambió cuando sus hijos se hicieron mayores. Mark cumplió los veinte años, mientras que Mud cumplió sus ansiados dieciséis para poder trabajar con el padre de Deper, en su cría de ovejas, la cria de ovejas se llevaba a cabo en la granja de Lobart, la cual estaba situada muy cerca de la ciudad y en la que también trabajaban, Sondy y Fredy, amigos inseparables de Deper y Mud. Una vez acabó la jornada, ya al anochecer, los amigos se reunieron en las inmediaciones de la granja.

-¿Qué os parece si nos gastamos nuestra primera paga en el burdel?- dijo Fredy con cara de depravación.
-Yo me apunto- dijo Deper mientras chocaba la mano con Fredy.
-Yo creo que me voy a quedar aquí- dijo Mud.
-Venga Mud, que yo también voy- dijo Sondy, mientras le tiraba del brazo a Mud.
-Bueno, está bien iré- dijo al fin Mud.

Se levantó y todos se dirigieron al puerto, durante el paseo todos comentaban ansiosos que meretriz elegirían, por otro lado Mud mantenía
silencio, todavía recordaba la noche en la que su padre volvió borracho y pegó a su madre hasta matarla, mientras él y Mark se quedaban
expectantes sin hacer nada, lo único que supieron hacer es guardar silencio por temor a que su padre les castigara o les hiciese lo mismo
que a su madre. Después de aquello su padre los abandonó en la antigua casa y se compró otra muy cercana al burdel, el cual visitaba
frecuentemente, lo único que deseaba Mud en aquellos instantes es que su padre no apareciese por el Burdel, el cual poseía de nombre "La antorcha roja".

La puerta estaba custodiada por un hombre alto, corpulento, de cabellos largos y negros recogidos en una coleta y poseía unos ojos verdes oscuros, su nombre era Borka.
Los muchachos se pararon frente a él y le dijeron que querían algo de diversión.

-Muy bien, pasad, pero si queréis algo para relajaros después de una nochecita ajetreada venid a verme- dijo Borka mientras soltaba una
de sus características sonrisas sarcásticas.
-Te tomamos la palabra- dijo Sondy, mientras se reía con sus compañeros.

Los muchachos se internaron en el lupanar, todos quedaron sorprendidos por la cantidad de mujeres desnudas o semidesnudas que rondaban por allí, ya fuese para acompañar a un cliente como para servirle una jarra de vino. Aunque Mud buscaba desesperadamente con la mirada a su padre, al cual no encontró, lo que le dejó más tranquilo y pudo relajarse. Sondy pagó sus veinte monedas de oro, lo que le permitía dos jarras de vino y un "trabajillo" con las manos de alguna de las meretrices, estubo buscando hasta encontrar a una morena de ojos marrones, portentosos pechos y anchas caderas, cuyo nombre era Cyntia.
Fredy tenía sesenta monedas de oro, por lo que podía ostentar varias ofertas, la primera era una cena completa y "servicio" completo o realizarlo con dos chicas, como era de esperar eligíó la segunda, pues tenía un temperamento muy lujurioso, eligió a una pelirroja cuyos ojos eran azules cual mar, pechos pequeños y un voluptuoso trasero, ésta era extranjera y tenía un peculiar nombre, Ellen, la otra era más voluptuosa en general, de pelo castaño y ojos verdes, llamada Nadja.
Deper solo tenía diez monedas de oro, pues el resto se lo había gastado en el "verde". así es como era conocido el novicio verde, el cual se creaba plantando hierba del pantano, triturándola y dejándola secar, para luego ser fumada enrollada en un fino papel, había diversos tipos pero el más cotizado en la ciudad de Khorinis era el novicio verde. Deper le entregó las diez monedas a Bromor, hombre de estatura media tirando a alto, pelo rubio grisáceo, ojos marrones y una barbilla como un yunque.

-¿Qué pretendes que haga con ésto?- dijo Bromor con cara de indignación.
-Es lo único que tengo- dijo Deper a modo de escusa.
-Si no consumieses tanto "Verde", ahora me podrías pagar- dijo Bromor con enojo.
-Pero...- dijo Deper intentando sacar la "vena sensible", pero lo que no sabía es que lo único capaz de sacar esa "vena", era el dinero.
-Piérdete o ¿quieres que llame a tu amigo Borka, te corte el suministro y te eche a patadas?- dijo Bromor a modo de amenaza.

Deper salió del lupanar enojado por lo ocurrido, mientras el resto se divertían, excepto Mud, el cual estaba sentado en el sillón
de Sonia, ésta se acercó y comenzó a acariciarle el pecho, él al principio se sobresaltó, pero una vez la mano de Sonia tocó su
entrepierna, pegó un salto y salió corriendo del burdel cual flecha que lleva el diablo. Sonia se quedó perpleja y Bromor comenzó
a reirse, su risa era como una mezcla entre asno y oveja, nadie soportaba su risa.
Mud corrió puerto abajo hasta llegar a los almacenes, una vez allí se internó en un callejón, el cual cruzó y allí se encontró con
su amigo Deper, éste estaba acariciando a una preciosa oveja, mientras le daba hierba.

-Es hermosa- dijo Deper, mientras miraba a la oveja como si fuese de oro.
-Deper, ¿cuántos "Verdes" has fumado?- dijo Mud con cara de preocupación, pues
su amigo tenía una cara demacrada y los ojos rojos como si los hubiesen inyectado en sangre.
-Es hermosa, yo la quiero y ella me quiere- dijo Deper con cara de perversión.
-Es una oveja, no una mujer- dijo Mud con preocupación.
-¿Es que acaso Besty y yo no podemos ser felices y tener una relación?- dijo Deper gritando por todo el callejón.
-Lo que pasa es que es un animal, no puedes tener una relación, no es lógico- dijo Mud cada vez más preocupado.
Aún así se acercó a la oveja y la empezó ha acariciar, la oveja bajó su hocico y acarició su entrepierna, Mud se
excitó al contacto con el animal y Deper le miraba cada vez más cabreado.

-Ah, ya se lo que pasa, me la quieres robar, ¿verdad?, ¿¡VERDAD!?, ¡Pues no lo harás!, antes ¡MORIRAS!- dijo Deper,
pero esta vez sacó un cuchillo de su bota y fue ha apuñalar a Mud, éste se apartó y el cuchillo se clavó en la oveja.
Deper se quedo perplejo mirando a la oveja, mientras sangraba por el cuello y escupía sangre, una vez se percató de lo
ocurrido empezó a llorar y ha chupar la sangre de la oveja como si de vino se tratase. Mud comenzó a correr, su cabeza
le daba vueltas, tenía ganas de vomitar y sudaba, sudaba como si un río le saliese de la frente, llegó a un árbol, el cual
se encontraba enfrente del cuartel de la milicia, se apoyó en el árbol, no sabía por qué, pero se encontraba tremendamende
cansado, se sentó junto al árbol y su hermano Mark se sentó a su lado.

-¿Qué estás haciendo aquí?- dijo Mud con cara de sorpresa.
-Dando un paseo nocturno- dijo Mark como si fuese la cosa más habitual del mundo.
-Eso ya lo veo, pero tú deberías estar en casa- dijo Mud increpándole que le hubiese seguido.
-Mira, se que no eres tonto, solo quiero que no te pase nada, eres mi hermano- dijo Mark escusándose.
-¿Si?, pues no te vi en el callejón- dijo Mud.
-No estaba en ese momento, solo me encontré a tu amigo llorándole a una oveja bañada en sangre- dijo Mark, mientras
miraba a Mud con pena- tus amigos no son muy normales, deberías irte con otro tipo de gente.
-Lo he estado pensando y creo que tienes razón- dijo Mud con afirmación- creo que voy a dejar de trabajar en la granja y
juntarme con mis "amigos", han cambiado mucho, lo único que no se donde podría trabajar.
-No te preocupes por eso hermanito, conozco a un tipo que puede ayudarte, por ahora volvamos a casa- dijo Mark mientras
ayudaba a Mud a levantarse del suelo.

A la mañana siguiente Mud se dirigió a la taberna del puerto, Mud le dijo a Moe que venía de parte de Mark y éste
le dejó pasar, se internó en la taberna y pagó a Kardif diez monedas de oro y éste señaló en la dirección donde
se encontraba sentado un tal Nagur, Kardif decía que podría tener algún menester bien pagado.

-¿Es usted Nagur?- dijo Mud con cierta inseguridad.
-Así es como me conocen, pero tú me llamaras "jefe" y yo a ti "verde"- dijo Nagur con voz tranquila.
-Muy bien jefe, ¿cuál es mi trabajito?- dijo Mud con cierto sarcasmo.
-Tranquilo muchacho, por lo veo tienes ganas por empezar- dijo Nagur soltando una sonrisa sarcástica- aunque como veo
que tienes prisa, te mandaré tu primer recado, ¿ves éste fajo de hierba?- dijo mientras lo cogía y lo ponía encima de la mesa.
-Si, jefe- dijo Mud con seguridad.
-Bien, pues deberás entregárselo a "azul"- dijo Nagur- Encontrarás a "Azul" en la granja de Akil, él sabrá quién eres.
-Muy bien, así lo haré jefe- dijo Mud mientra cogía el fajo y lo guardaba un saco que le había entregado Kardif.
-Buen viaje- dijo Nagur soltando otra de sus sonrisas sarcásticas.

Mud salió de la taberna, cruzo las dos rampas que llevaban al cuartel de la milicia, bajo otra que le llevaba al mercado, el cual cruzó
apresurado, una vez fuera continuó el camino de tierra que le llevaría a la granja de Akil, mientras caminaba llegó a los escalones de
piedra los cuales estaban custodiados por un trasgo, éste portaba una rama gruesa. Mud al ver al trasgo se ocultó detrás de unos
arbustos y pensó que si tiraba una roca, el trasgo iría al lugar del que procedía el ruido y así lo hizo arrojó una piedra cerca de un
árbol y el trasgo corrió hacia el mismo, Mud aprovechó y corrió escalones arriba, le quedaban una pasos para llegar a la granja, cuando
un tipo de raza negra, corpulento y con cara de pocos amigos le apartó a un lado y golpeaba algo con su hacha, Mud se dio la vuelta y
pudo comprobar como el hacha había perforado el cráneo del trasgo y lo había matado en el acto.

-Me gusta saber lo que tengo detrás, ya sabes- dijo el hombre mientras limpiaba su hacha, y caminaba hacia el bosque.
-Pero...¡oiga!, bueno...supongo que gracias- dijo Mud con cara de susto.

Mud continuó y llegó a la granja, una vez allí un hombre de cara alargada, ojos marrones, pelo largo y negro recogido con
una coleta y una cicatriz en la cara, se acercó a Mud, cogió el paquete y le entregó una nota. En ese momento varios hombres
de la milicia se acercaron, dos por el puente, dos por el camino de las escaleras de piedra y otros dos por el camino del bosque.
El hombre desenvainó su estoque y Mud un pequeño cuchillo que tenía guardado en la bota.

-Son demasiados- dijo el hombre mientras miraba el panorama.
-Tendremos una oportunidad su nos deshacemos de los del puente- dijo Mud rápidamente y con nerviosismo.
-Adelante- dijo el hombre mientras empuñaba el estoque contra los milicianos del puente.

El primer miliciano lanzó una estocada, la cual fue desviada por el estoque del hombre, el cual lanzó una estocada y atravesó el
pecho del primer miliciano, retorció su espada dentro del cuerpo del miliciano y la sacó, el miliciano cayó al suelo muerto.
El segundo miliciano lanzaba golpes laterales a Mud y éste los esquivaba, lanzó otro golpe, Mud lo esquivó y lanzó el cuchillo contra
su ojo, pero el cuchillo impactó contra el cuello del miliciano y lo mató. El hombre de pelo negro cogió a Mud por el brazo y tiró de él.
Ambos corrieron por el puente hasta llegar a una pared rocosa, el hombre comenzó a subir y Mud le tiró el fajo, éste la cogió y cuando
Mud empezó a escalar, el hombre empuñó su estoque y le atravesó la mano, Mud cayó al suelo.

-No me guardes rencor, es tu pellejo o el mio, por cierto me llamo Lares, aunque de todas formas da igual, pronto te encerrarán tras
aquella bonita barrera- dijo mientras señalaba en dirección a la barrera, acto seguido corrió ha ocultarse en el bosque.

Los milicianos capturaron a Mud, le maniataron y lo trasladaron a la prisión del cuartel, donde fue interrogado por el carcelero Boltan,
el cual no dudó en golpearle una y otra vez, pero Mud no dijo nada, pasó dos semanas a base de pan y agua, además de ser torturado
e interrogado casi constantemente, una vez finalizaron las dos semanas, lo sacaron de la celda y lo metieron en un carromato, el cual
lo trasladaría a la colonia. Viajó durante un largo rato hasta que llegó a un acantilado, donde varios guardias lo empujaron y cayó al vacio
e impactó contra un pequeño lago. Cuando salió, un tipo mediano, corpulento de pelo negro y corto, le golpeó, no sin antes decir:

Me ha gustado mucho, Taok, de verdad!! Se nota muy currado y mola bastante esa ambientación en el mundo Gothic (se echa de menos en los relatos). Felicidades!!

Gracias Merce

Tengo un proyecto, sobre la historia de un grupo de milicianos que resistió defendiendo lo
que fue la antigua ciudadela, que ahora es una especie de volcán, el relato transcurrirá una vez
el HSN mata al Dragón y a sus guardias.

Tiempo: Expedición de Garond, una vez han muerto los dragones.

Personajes.
-Keroloth(Comandante)
-Parlaf(Miliciano y arquero)
-Brutus(Miliciano)
-Jan(Cazadragones)
-Bilgot(Miliciano)
-Tidus(Miliciano y ballestero)
-Dobar(Herrero y guerrero)
-Babo(Mago)

Se dividirá en tres cantares.

Cantar 1: Expedición.

Cantar 2: Resistencia.

Cantar 3: Acto de Honor.

acabo de leer el relato de mud y es muy bueno

Me está gustando mucho este proyecto y los relatos que has escrito me han parecido bastante buenos y bien escritos, por lo tanto gran trabajo, Taok

Por cierto Taok, tengo que quitarme el sombrero ante ti, veo que eres un escritor de relatos muy prolífico, viendo todo lo que llevas aportado hasta la fecha en este aspecto.

Gracias, gracias, vosotros los lectores sois los que me animáis a continuar escribiendo.
Así que yo me quito el sombrero ante ustedes

Pronto haré el de la resistencia y ya saben si portan más ideas no las mantengan en su cabeza y sáquenlas

A mi personalmente me gustaría mucho que usases personajes del juego -más, y si puede ser no sólo al imbécil de Keroloth...-

Cuentos y Leyendas

Cantar I "La Expedición"

Hay un grupo de hombres sobre los que me gustaría hablar, hombres que dieron su vida por la paz, la libertad de Khorinis y del reino entero. Hombres que no serán plasmados en los libros de heroicidades, pero si en los corazones de la gente que los conoció y por eso intentaré relataros esta gran hazaña, para que nadie pueda borrar lo que fueron e hicieron estos valientes hombres. Dado que esta historia no relata una historia de dioses o héroes con grandes poderes, sino simplemente hombres, hombres valientes. Una vez el mal de los dragones fue desterrado del valle y el líder y chamán orco, Hosh-Pak, fue asesinado, hubo un pequeño periodo de paz, el cual fue demasiado reducido como para considerarlo un progreso, pues un nuevo líder encabezó las fuerzas orcas, Krush-Varrok, un orco fuerte, portador de una armadura media con malla negra y una gran espada con símbolos orcos, los cuales representaban valores tales como: "Honor", "Disciplina", "Liderazgo", "Fuerza", "Muerte" y sobre todo "Religiosidad", así es, los orcos todavía seguían anclados en el fervor religioso. El comandante Garond, ordenó que se organizase a un grupo de ocho integrantes.

-¡Oric!- mandó llamar Lord Garond.
-¿Señor?- dijo Oric, mientras se arrodillaba.
-¡Quiero que busquéis un grupo de "voluntarios de innos" y los traigáis ante mi!- ordenó Garond.
-¡Cómo guste, señor!- respondió, al mismo tiempo que se reincorporaba.

Oric salió de la estancia y buscó a aquellos "voluntarios divinos", los cuales no parecían abundar por el castillo.
Se dirigió al patio de armas, allí pudo ver como entrenaban los hombres y pensó que Keroloth podría ser
un buen comandante de expedición, se acercó a él y le hizo una seña para que le siguiese, Keroloth así lo hizo
y ambos caminaron hasta un lugar más apartado.

-Keroloth. Innos, Garond y todo este maldito valle necesita de vuestros servicios- dijo Oric como si intentase inducirle a tal cometido.
-Y ya los presto, enseño a los hombres a luchar y valerse por si mismos- respondió Keroloth a modo de escusa y al mismo tiempo defensa.
-Cierto es, pero se os necesita para algo de mayor magnitud- objetó Oric.
-Hablad claro, ¿¡queréis!?- exigió Keroloth, puede que Oric fuese su superior y su compañero, pero él ya era demasiado veterano para
seguir con esos juegos de engaños y traiciones.
-Muy bien, como vos guste. Garond solicita vuestra inmediata presencia en el castillo y si podéis, traed varios "voluntarios divinos" con vos- dijo Oric con sinceridad.
-Ya se en que dirección vais, ¿qué es?, ¿algo que hice en el pasado?, ¿queréis deshaceros de mi?- preguntó Keroloth.
-Nada de eso, Garond solo quiere veros-
-Jajaja, claro...Garond solo quiere verme, pues que salga al patio de armas. ¿Es que acaso no somos compañeros?, ¿acaso no recibí
un flechazo por vos en la batalla por el paso de Nordmar?- preguntó Keroloth con cierta aflicción.
-No sé que pasará por vuestra cabeza en estos instantes, pero será mejor que lo olvidéis- dijo Oric, el cual ya se estaba hartando de la situación.
-¡Me enviáis a la muerte y ni siquiera me decís el por qué!, ¡qué Innos os juzgue y condene, pues no sois digno de portar su escudo!- gritó Keroloth, mientras su cara era una mezcla de afecto y odio, que acabó desembocando en tormento.
-Lo...siento. ¡Qué Innos os guarde!- dijo mientras volvía al castillo.
-¿Qué Innos me guarde?, ¿Qué Innos me guarde?...Innos no tiene piedad de los mortales, ni siquiera de sus "defensores"- murmuró Keroloth para sí.

Oric entró en el castillo y se dirigió al salón principal, allí se encontró a Garond hablando con Jergan y le entregó
lo que parecía ser una misiva. Jergan lo guardó en uno de sus bolsos de cuero, saludó y se marchó.

-Señor- llamó Oric.
-¿Keroloth ha accedido?- dijo Garond.
-Si, señor- dijo Oric- no sin antes discrepar, señor.
-Bueno, era de esperar. ¿Qué pensabas?, ¿qué iba a acatar las órdenes así como así?. Keroloth siempre ha sido un mal siervo-
-Señor, con el debido respeto, lamento discrepar. Keroloth siempre me ha parecido un excelente soldado y compañero, señor- defendió Oric.
-¡Callad!. Keroloth siempre ha sido un gañan, proviene de una familia humilde y es un pecador, solo lucha por Innos debido a la recompensa que ello reporta, un buen manejo de la espada, aprender las artes mágicas y sobre todo, protección, la protección que le da la orden- gritó Garond como si Beliar se hubiese apoderado de su alma.
-Señor, las acusaciones, mayoritariamente injurias, deberéis de probarlas o calladlas. ¡Qué tenga un buen día, señor!- Dicho ésto, Oric abandonó la estancia.
-¡Oric!, ¡Oric!...-gritó Garond-¡Maldito sea!

Oric salió del castillo y se dirigió a la almena más alta del castillo, la cual se encontraba en la torre más alta de la colonia, ésta
estaba situada en la zona suroeste del castillo y desde la que se podía apreciar gran parte del valle. Oric solía subir allí a meditar
y de paso le hacía un favor al miliciano de guardia, Tidus, el cual en ese momento podía tomarse un respiro tras su larga vigía.
Los pensamientos de Oric daban vueltas en su cabeza, recordaba cuando Keroloth recibió aquella flecha por él, cuando su amigo,
un grupo de diez paladines y él, consiguieron cerrar el paso de Nordmar, el primer día en Khorinis, las luchas en el Valle, los dragones y mil cosas más. Keroloth entró en el salón, se arrodilló saludando a Garond y se reincorporó. Garond se levantó del trono y se sentó en la silla que presidia
la gran mesa de madera vieja, la cual estaba situada al otro extremo de la sala. Garond hizo una seña y Keroloth se sentó. Por la puerta entraron Dobar, Parlaf y Jan, los cuales también se sentaron.

-Me temo que habrá que esperar al resto. ¡Tú!- dijo Garond al tiempo que llamaba a un miliciano.
-¿Señor?-
-Manda llamar a Oric y dile que venga con el resto de componentes- ordenó Garond- ¡Date prisa!
-Señor, los he elegido porque son buenos hombres dispuestos a luchar por Innos- proclamó Keroloth.
-¿Quienes sois?- preguntó Garond.
-Soy Dobar, mi señor. Armero y experto en la manipulación del metal, también conozco la forma de tumbar a un orco, señor- dijo al tiempo que se levantaba, como posteriormente fueron haciendo el resto cada vez que era nombrados.
-Soy Parlaf, señor. Miliciano y cazador, se manejar la espada y el arco, señor-
-Soy Jan, señor. Cazadragones y conozco en profundidad el manejo del hacha a una mano, señor-
-Muy bien, sentaos. Aunque no veo muy lógico que un herrero abandone el castillo- dijo Garond esperando una respuesta convincente.
-Pues verá, hay...- intentó decir Keroloth, antes de que Dobar le cortase.
-Señor, hay otros herreros en el castillo y puedo ser más útil allí, luchando y reparando armas y armaduras-
-Es un buen motivo, pero ¿por qué querríais abandonar la comodidad y protección de un castillo?- preguntó Garond.
-Señor, ya soy viejo, llevo toda mi vida sirviendo al reino, no he tenido hijos, no he tenido mujer, no he tenido amor...
Toda mi vida se ha centrado en fabricar armas y armaduras que antes o después serían portadas por cadáveres... Ya no tengo nada que
perder y prefiero que se me recuerde como el viejo héroe que luchó por su reino y no como el viejo herrero que murió tras las murallas
de un castillo, mientras forjaba una espada o cosía una funda- defendió Dobar con toda la sinceridad que pudo.

Toda la sala quedó en silencio, todos se quedaron pensativos, hasta que Garond rompió el silencio.

-Lo siento, pero os necesito aquí y no allí. ¡Podéis marcharos!- ordenó Garond, haciendo caso omiso de lo que dijo anteriormente.

Dobar se levantó, apartó la silla de un golpe, ésta cayó al suelo, lo que provocó que el respaldo se partiese por la mitad. Abandonó el castillo y se dirigió a la torre suroeste, solo que a la parte inferior, donde se encontró a Brutus afilando una espada.

-Brutus. Garond te reclama en su salón-
-¿Habláis en serio?- preguntó Brutus, algo desconcertado.
-¿Acaso me veis una sonrisa?, marchad ahora y no le hagáis esperar-
-Gracias por el aviso, amigo- dijo Brutus al tiempo que salía de la estancia.

Brutus cruzó parte del patio hasta internarse en el castillo, una vez allí se dirigió al salón. Por otra parte, Oric dejó en el puesto de guardia
a un miliciano y le dijo a Tidus que le siguiese, éste obedeció. En cuanto iban a cruzar la puerta, Tidus vio a su compañero Bilgot y le llamó.
Los tres entraron en el salón, donde se mantenía una conversación.

-Muy bien Brutus, sentaos- ordenó Garond- ¡Vaya!, parece que ya tenemos a todos los componentes del grupo- dijo mientras sonreía.
-Sentaos- ordenó Oric, el cual también se sentó, solo que al lado de Garond.
-Ya trataremos nuestro asunto más adelante- le dijo Garond al oído.
-¿Para que nos ha congregado aquí, señor?- Preguntó Keroloth.
-Lord Hagen, con la aprobación del Rey Rhobar II, ha decidido tomar lo que un día fue la antigua ciudadela, es decir, lo que
hoy en día es la antigua morada de Feomathar, dragón de fuego y principal causante de bajas en esta expedición-
-¿¡Lo que quiere decir que debemos tomar la loma y defenderla de cualquier ataque!?, ¿cierto?- pregunto Keroloth.
-Cierto. Todo ello tiene un objetivo muy simple, crear un puente con la mina arrasada por los reptadores de las minas- explicó Garond.

De un momento a otro, entró en la sala un mago de fuego, cargado de libros y pergaminos, los cuales esparció sobre la mesa.
Resopló y buscó un asiento libre, al tiempo que saludaba a los presentes, pero cuando vio que la única silla libre estaba rota,
decidió quedarse de pie, apoyado en una columna.

-Disculpen ustedes, pero no ha sido fácil teletransportar a todos los supervivientes hasta aquí- explicó Babo a modo de escusa.
-Tranquilo, nos ha prestado un gran servicio. ¡traigan una silla!- ordenó Garond.
-También hemos traído las cajas mineral que quedaban, aquí le dejo el mapa sobre las zonas evacuadas- dijo Babo al tiempo que
extendía un mapa frente a Garond.

Mapa


-Según el último informe, Marcos llevó el mineral a las cuevas cercanas de una cabaña de madera. El forajido conocido como Diego
y dos paladines, los cuales murieron, aprovechó el momento y escapó, pero al huir dejó el mineral en una cueva, al lado de lo que parece ser un campamento de cazadores. Dichas cajas salieron de la mina arrasada por los reptadores. En cuanto a la última mina, seguían
resistiendo como podían, ya que acabaron con los chasqueadores que amenazaban la zona- relató Babo.
-¿Estas líneas que representan?- preguntó Garond al tiempo que las señalaba.
-Bien, hay es a donde quería llegar. Tras informarme de la crítica situación, decidí que todas las minas fueran evacuadas y todos
los supervivientes llevasen el mineral al campamento de cazadores. Los hombres de la mina de Marcos, fueron a la cueva de la cabaña
y trasladaron todo el material a la antigua posición de Diego. Por otro lado, la mina que estuvo rodeada de chasqueadores al mando de
Fajeth y Tengron, movilizaron todas las cajas, pepitas y hombres a la misma posición que los de Marcos, es decir, todos los supervivientes
se reunieron en el campamento de cazadores. Al principio fuimos dos magos, Dirian y yo, pero en el momento en el que congregamos a
todos para el teletransporte, incluyendo las cajas de mineral, Dirian fue alcanzado por un chamán orco, por suerte para nosotros el conjuro
ya había comenzado, por lo que al impactar la bola de fuego contra el conjuro y Dirian fenecer, éste se potenció y salimos todos de allí.
Ahora el verdadero problema es que no nos queda magia para salir del valle, por lo que tendremos que salir a pie- explicó Babo.
-Dentro de lo que cabe son buenas noticias, pues ya tenemos varias cajas de mineral y un grupo de hombres en el castillo- dijo Garond.
-Entonces... ¿no cree que es un acto un tanto pirrico, intentar tomar la mina arrasada, señor?- preguntó Keroloth.
-En absoluto. Tomaréis la loma, una vez asegurada, otro grupo más numeroso tomará la mina y sacaremos la mayor cantidad
de mineral posible, por lo que volveremos a Khorinis con grandes cantidades de mineral, lo que si Innos quiere, nos dará la victoria contra
los orcos y volverán la paz y prosperidad al reino de Myrtana-
-Señor, si me lo permitís, me gustaría acompañar a la expedición, seguro que mi ayuda es útil a la hora de asegurar la cima de la montaña- defendió Babo.
-¡Cómo queráis!- dijo Garond.

El grupo se es.wikipedia.org/wiki/Arroba_(símbolo) y se dirigió al patio de armas, todos menos Babo que se quedó en el salón recogiendo sus pertenencias.

-¡Muchachos!, yo seré vuestro comandante en jefe, intentaré tomar las decisiones más acertadas.
En caso de mi muerte, Babo tomaría el mando y en caso de que Babo muriese abandonaréis la colina
y regresaréis al castillo lo antes posible- dijo Keroloth- ¿Alguna pregunta?

Nadie movió un dedo y todos se quedaron expectantes y atentos.

-Muy bien, preparaos, será un viaje duro y una vez estemos en la loma, lo será aún más- dijo Keroloth.

Todos rompieron filas y se prepararon para la travesía. Todos los hombres llevarían buen equipo: saco de cuero grande con
correa, la cual se posa sobre el hombro, dentro de dicho saco llevarían dos porciones de carne, una de pan, dos botes de agua,
una satén, una manta y cuerdas. También portarían armaduras pesadas de la milicia y cofia de malla, a excepción de Keroloth,
que portaría una armadura ligera de paladín con cofia de malla y Babo, que portaría una armadura ligera de mago con capucha.
Cada cual llevaría su armamento personal: Keroloth, portaría un mandoble de paladín y un puñal. Parlaf, una espada ancha bastarda, arco de caza, flechas y cuchillo "diente de lobo". Brutus, una espada ancha bastarda, un escudo de hierro con refuerzos y un puñal. Jan, hacha a una mano y espada corta "Disciplina de Cavador". Bilgot, una espada corta "Espina de heridas" y un puñal. Tidus, espada ancha bastarda, ballesta media y virotes. Babo, puñal y diversos conjuros. Todos llevaban el equipo que habían adquirido o les habían dado, aunque por regla general era preferible comprarlo, ya que el equipo oficial era muy precario. Una vez cayó el sol y todos estuvieron preparados, se reunieron en el patio de armas, donde trazarían un plan, el cual consistía en crear una distracción cerca de la puerta del castillo, mientras el grupo huía por la zona del ariete y así fue. Dos paladines y tres milicianos se colocaron enfrente de la puerta, la cual fue elevada unas pocas varas, los orcos creyeron que estaba siendo abrierta y cargaron contra ella, pero cerraron la puerta de golpe. Los orcos que consiguieron entrar, murieron a manos de los paladines y milicianos, por otra parte los ballesteros de las murallas causaron bajas entre los orcos que quedaron fuera, los cuales acabaron por retirarse. Todo ello creó un ambiente de desconcierto y distracción, lo que permitió a nuestro grupo atravesar la líneas orcas hasta un camino, el cual conducía a la ansiada loma.

Bffff!!! Me están gustando mucho estos relatos, éste en particular me ha distraído en un momento de tristeza, y así lo valoro aún más. Me encanta que Oric no se deje vapulear por Garond, siempre ha sido mi paladín favorito. Por cierto, Babo no me encaja mucho en el grupo...es demasiado cobarde y tímido. Igualmente, gran trabajo, de verdad
PD: Yo que tú me miraría las faltas un poquito

Me alegra que te guste Espero que estos relatos te hagan olvidar tú momento de tristeza y recuperes el "salero"
PD: Gracias, por recordarme lo de las faltas, ya le he echado un ojo y creo que no queda ninguna.
PD2: Mañana comenzaré la segunda parte.

Cuentos y Leyendas

El grupo continuó por un pequeño camino de tierra que rodeaba la loma y conducía a su cima. El grupo continuó su marcha, hasta que Keroloth, el cual iba en cabeza, oyó un ruido y ordenó a sus hombres que se pusieran ha resguardo y estuviesen atentos a posibles ataques. De un momento a otro un hombre salió de entre las rocas, portaba una armadura pesada de la milicia, un martillo de guerra, un ballesta media y virotes, también ocultaba su rostro con una capucha negra con los bordes rojos.

-¿Quién sois?- preguntó Keroloth.
-Vos lo sabéis muy bien- dijo el hombre después de quitarse la capucha.
-¡Dobar!- exclamó Keroloth.
-Así es, si ese inútil de Garond piensa que me voy a pudrid en su castillo, anda listo- dijo Dobar.
-Bueno, supongo que eso ya no es de especial relevancia- dijo Keroloth- ahora lo que importa es tomar esa maldita loma.
-Por cierto, he visto a cinco hombres lagarto a la entrada de la loma, parecía que estaban patrullando- explicó Dobar.
-Muy bien, que todos los tiradores carguen, vamos a darles una grata sorpresa- ordenó Keroloth.

Los dos hombres lagarto charlaban en un idioma desconocido, de sonidos seseantes y algún que otro sonido gutural.
El grupo de tiradores estaba compuesto por: Dobar, Parlaf, Tidus y Babo. Mientras Tidus y Dobar se acercaban por el camino,
Parlaf y Babo escalaron parte de la pared rocosa para atacar por arriba, una vez todos estuvieron en posición, esperaron a la señal
de Babo, ésta consistía en un conjuro, más concretamente, bola de fuego, la cual debía matar al que parecía ser el líder de los hombres
lagarto, pues mientras cuatro de ellos portaban espadas orcas, Krush Varrok, y una armadura ligera de escamas, éste supuesto oficial portaba
un mandoble orco con símbolos y una armadura ligera de escamas con cota de malla negra orca. La bola de fuego cruzó el cielo e impactó contra el oficial lagarto, el cual corrió ardiendo mientras gruñía, otro de los hombres lagarto fue herido, pero cayó cuando la flecha de Parlaf le atravesó el gaznate, los tres restantes corrieron contra Tidus y Dobar, los cuales dispararon al mismo objetivo matándolo. Babo lanzó otra bola de fuego, pero solo consiguió herir en la pierna a uno de ellos, el otro saltó con el Krush Varrok, agarrado con ambas manos y se abalanzó sobre Tidus, pero un golpe de martillo en la cara lo tiró al suelo y un segundo lo mató. El hombre lagarto restante estaba herido y no paraba de gruñir, hasta que una flecha le impactó en la nuca. Babo y Parlaf bajaron deslizándose por la pared rocosa, Tidus y Dobar se reunieron con ellos, por otra parte el resto del grupo se acercó a su posición.

-Gran trabajo muchachos, debemos continuar- dijo Keroloth- ya falta poco.

El grupo continuó por el camino, hasta llegar a la cima de la loma, la cual era un enorme cráter, rodeado de cima con piedras.
Al fondo del mismo se podían observar varias monedas de oro y alguna copa plateada, los muchachos se abalanzaron sobre ellas.

-No se por qué os peleáis por esa baratijas, el tesoro principal ya se lo han llevado- dijo Dobar- además, dudo que viváis para gastarlo.
-Da igual, algo es algo- dijo Tidus.
-Además...vos no sabéis si viviéremos o no- dijo Brutus.
-Haced lo que queráis, pero créeme cuando te digo que es harto improbable que salgamos de ésta- dijo Dobar.
-¡Muchachos, subid aquí!- gritó Babo

Babo había subido a uno de los picos del cráter, desde el cual se podía divisar el terreno. El resto del grupo escaló la pared rocosa
y ascendieron hasta la situación de Babo.

-Señor, ¿ve aquel humo?- preguntó Babo.
-Si, ¿qué crees que es?- preguntó Keroloth.
-Hombres lagarto, señor- respondió Babo- siempre hacen columnas de humo en sus campamentos para comunicarse.
-¡Mirad, otra columna de humo!, ¡allí al suroeste!- gritó Jan.
-Me temo que ésto pinta mal- dijo Babo.
-¿Qué queréis decir?- preguntó Dobar.
-Que tendremos que planificar una buena defensa- dijo Babo.
-Muy bien, tengo una idea- dijo Keroloth- ¿alguien tiene un mapa?
-Yo, señor- dijo Dobar.
-Gracias. ¡Ahora volvamos al cráter!- ordenó Keroloth.

Keroloth bajó la pared rocosa y el resto del grupo le siguió, extendió el mapa y comenzó a ordenar.

Mapa



-Bien, hay tres campamentos de hombres lagarto, aquí, al suroeste, allí al nordeste y allí al sudeste- explicó Keroloth- Hay dos formas de entrar en la loma, una es por donde hemos entrado nosotros, el paso, y otra es por el puente de madera reconstruido por nuestros amigos los hombres lagarto, el puente da a una pared baja y con diversos salientes, lo que facilita su escalada y posterior paso al cráter.
-¿Si me permite, señor?- preguntó Dobar.
-Continúe- ordenó Keroloth.
-Yo sugeriría destruir el puente y construir un muro de piedras en dicha pared, lo que la haría preservable- explicó Dobar.
-No me parece mal plan- dijo Keroloth- ¿Alguna sugerencia?.
-Yo tengo una idea, señor- dijo Babo.
-Adelante- dijo Keroloth
-Una vez aplicada la idea de Dobar, se podría, con ayuda de la magia, crear un derrumbamiento en el paso, lo que provocaría un muro natural y difícil de traspasar- expuso Babo.
-¿Algo más?-preguntó Keroloth- ¿Nada?...Bien, pues así se hará.
-¿Qué haremos primero?- preguntó Dobar.
-Primero llevaremos a cabo su idea- dijo Keroloth- Brutus, Tidus y usted, destruirán el puente.
-Así se hará, señor- dijo Dobar.

El grupo de Dobar escaló la pared de roca y de deslizó hacia en otro lado. Una vez allí, Brutus y Tidus comenzaron a cortar las cuerdas, mientras Dobar con su martillo destrozaba los refuerzos y vigas de madera de su lado. Keroloth ordenó a los restantes montar guardia,
Bilgot vigilaría la zona norte, Jan el oeste y Parlaf el este. El sur no haría falta, pues allí se encontraba el puente, el cual estaba siendo destruido por Dobar, Brutus y Tidus. Por otro lado, Babo, bajo la atenta mirada de Keroloth, invocaba un conjuro, el cual creaba un terremoto sobre la zona que se proyectaba. Babo comenzó a soltar un aura azul por su mano derecha y una verde por su izquierda, ambas se cruzaron en forma de trenzado y bajaron rápidamente atravesando el suelo hasta desaparecer.

-¿Umm?, ¿cómo es que no ocurre nada?- preguntó Keroloth, el cual estaba algo inquieto.
-Señor, tanto en la magia como en la vida se ha de tener paciencia- dijo Babo.

Tras ésto el suelo comenzó a temblar estrepitosamente, lo que provocó el derrumbamiento de varias paredes de piedras. Las piedras taponaron el camino y al tiempo que caían se quebraban, lo que dificultaría aún más su paso sobre ellas. Keroloth quedó gratamente sorprendido, por otro lado, el grupo de Dobar destrozo el puente, el cual se derrumbó sobre el río y solo quedaban restos al otro lado del acantilado, por lo que traspasar esa zona era imposible, el grupo volvió al cráter, donde todos se reunieron.

-¡Muchachos!, los hombres lagarto no están sordos y tiene diversos exploradores por la zona- dijo Keroloth- ¡Habrá que trabajar deprisa!
-¿Cómo organizaremos la defensa, señor?- preguntó Dobar.
-Parlaf, Brutus y Babo, vigilarán el paso derrumbado. Bilgot, Tidus y Jan, vigilarán la zona sur, abarcando la suroeste y sudeste. Dobar vigilará la zona oeste y yo la este- explicó Keroloth- ¿Alguna duda?...¡Pues en marcha!

El grupo de Babo se dirigió a la zona norte. Babo se quedaría en el puesto norte, Brutus en el noroeste y Parlaf en el nordeste.
El grupo de Tidus se dirigió a la zona sur. Tidus se quedaría en el puesto sur, Bilgot en el suroeste y Jan en el sudeste. Mientras que
Keroloth vigilaba el este y Dobar el oeste, la comida se racionaría y se dividirían en dos grupos de comensales, por lo que cuando un
grupo estuviesen comiendo, otro estaría vigilando, también se aplicaría a los descansos.

Pasaron dos días y no había indicios de ningún ataque, pero todavía se podían divisar las tres columnas de humo. De un momento a otro
se comenzaron ha oír tambores, eran sonidos secos y largos, los cuales resonaban por todo el maldito lugar. Todos volvieron a sus puestos,
prepararon las armas y se mantuvieron alerta. El primer grupo que se divisó provenía del antiguo fuerte de montaña, el líder del grupo se
detuvo frente al puente derruido y gruñó un sonido gutural y muy agudo. Tidus apuntó con su ballesta a la cabeza del líder y disparó, por unos
instantes el tiempo parecía parase, todos se quedaron expectantes, el proyectil surcó el cielo e impactó en el ojo izquierdo del jefe, éste perdió
el equilibrio y se precipitó al vacío, impactando contra unas rocas cercanas al río. El resto del grupo de hombres lagarto, comenzó a retoceder,
pero bajo el hostigamiento de todos los tiradores de la expedición, los cuales consiguieron unas cuantas bajas entre las filas enemigas.

-¡Volved a vuestros puestos!- ordenó Keroloth.

Y así lo hicieron todos volvieron a sus antiguas posiciones, mientras los hombres lagarto retrocedían. Al rato se divisaron los dos grupos
restantes, los cuales se cruzaron en el camino y subían juntos por el paso, a ritmo de tambor. Keroloth ordenó que la infantería se situase en primera línea y los tiradores desde atrás causaban estragos, hasta que llegasen a su posición. Keroloth sabía que la mayor ventaja era que estaban en terreno elevado y los hombres lagarto tendrían que escalar, por lo que mientras llegasen serían hostigados por los tiradores y una vez comenzasen a escalar la infantería comenzaría a matarlos, así hasta que se rindan o maten a todos los miembros de la expedición. Uno de los líderes de los hombres lagarto cogió a un pequeño grupo de soldados y ordenó que le siguiesen, acto seguido desapareció del campo de visión, el otro continuó paso arriba con el grueso del ejercito. Keroloth ordenó que los tiradores comenzasen a disparar y que la infantería comenzase ha arrojar piedras, y así lo hicieron. Los hombres lagarto sufrían continuas bajas, ya fuesen por magia, flechas, virotes y piedras, que golpeaban a sus hombres y muchas los tiraban por los precipicios, pues al impactar las piedras contra los lagartos, éstos perdían el equilibrio y caían colina abajo o bien morían por el impacto. Ésto duró unos minutos, hasta que el líder dio la orden de retirada. Por otro lado, un pequeño grupo intentaba acceder a la ciudadela por la otra zona. Los encargados de esa zona eran: Bilgot, Tidus y Jan, los cuales corrieron a su antigua posición, pero los lagartos ya habían accedido, éstos estaban capitaneados por uno de los líderes lagarto, el cual efectuó un grito gutural y sus hombres cargaron. Dobar derribó al primero de un martillazo, Parlaf hirió a uno en una pierna, pero instantes después un virote, disparado por Tidus le atravesó la garganta al lagarto, un tercero, lanzó un ataque lateral contra Jan, éste lo esquivó y le propinó un tajo en el dorsal, el lagarto retrocedió y una bola de fuego impactó contra su cara, matándolo en el acto. Todavía quedaban siete lagartos, ocho contando al líder. Brutus recibió un golpe en el brazo izquierdo y contraatacó con una estocada, la cual mató al lagarto. Keroloth segó el cuello a uno de ellos y se dirigió al líder, pero éste le lanzó una daga, la cual le perforó el hombro, instantes después Keroloth se desplomó. Babo lanzó dos flechas de hielo a un lagarto, las cuales le dejaron moribundo, pero una puñalada de Bilgot acabó el trabajo. Uno de los lagartos lanzó una estocada por la espalda a Brutus, mientras peleaba contra otro lagarto, y Brutus se desplomó chorreando ríos de sangre. Dicho lagarto cayó bajo las flechas de Parlaf, el cual recibió un tajo en el pecho, pero cuando el lagarto fue a rematarlo, un virote impactó en el pecho del enemigo, lo que provocó que cayese al suelo herido, Parlaf tensó el arco y la flecha perforó el cráneo del monstruo. Los últimos dos lagartos se batían en duelo con Dobar y Bilgot, Dobar le propinó un golpe en la pierna, el lagarto se desplomó y Bilgot le perforó la garganta, cuando el otro lagarto atacó a Bilgot, Dobar desvió el ataque y el lagarto contraatacó, Dobar esquivó un ataque lateral y lanzó otro, pero el lagarto lo esquivó y le propinó un golpe en el abdomen, lo que hizo que cayese al suelo, por otro lado Bilgot comenzó a batirse con el líder. Babo lanzó un rayo contra el infante lagarto que derribó a Dobar, lo que provocó su muerte. Bilgot seguía peleando con el líder, la batalla era intensa y duraba ya unos minutos, los tiradores no podían lanzar, pues corrían el riego de matar a su compañero, el único que se acercó fue Jan, ya que era el único infante en pie, pero no pudo acercase, ya que el líder daba golpes largos y pronunciados. De repente el líder comenzó a soltar sangre por la boca, pues un mandoble lo había atravesado, el mandoble de un paladin, Keroloth lo había conseguido matar, ya que durante la pelea se acercaron a él. Aunque mientras el lagarto caía, Keroloth le siguió. Estaba blanco como la leche y la herida que tenía estaba infectada.

-¡Ayudad a lo heridos!, ¡rápido!- ordenó Babo.

Los únicos hombres en posición de ayudar eran Tidus, Jan, Bilgot y Babo. El resto estaban heridos o muertos. Tidus y Jan llevaron a Dobar ante Babo, el cual no perdió un instante y limpió y vendó sus heridas, instantes después se bebió una poción de maná y comenzó a curar sus heridas, un aura azul surco el cuerpo de Dobar y empezó a cerrar sus heridas. A cabo de unos instantes Dobar volvía a estar operativo y no dudó en ir ha ayudar. Bilgot y Dobar cogieron a Parlaf, éste tenía una herida en el pecho y era profunda. Lo llevaron ante Babo, el cual ordenó que vendasen su herida y presionaran sobre ella, Parlaf temblaba y escupía un poco de sangre por la boca, pero mantuvieron la herida presionada y Babo comenzó a curarle, esta vez el aura azul le rodeo y le entró en la herida rápidamente e incluso lo elevó, este conjuro tenía más poder que el anterior. Tardó un rato más largo que con la curación de Dobar, pero al final lo consiguió sanar. Tidus y Bilgot trajeron el cuerpo de Brutus, mientras Jan y Dobar traían a Keroloth, Babo ordenó a Parlaf que le hiciese tragar a Keroloth las semillas de una planta muy extraña y difícil de encontrar, pero que Babo siempre portaba en su bolsón de cuero, la planta recibía el nombre de "Haya cobriza". Parlaf trituró las semillas, Dobar preparó una pequeña hoguera y Jan vertió agua en la sartén. Por otro lado Tidus y Bilgot cavaban una fosa, en la cual enterrarían a Brutus y sus pertenencias, a excepción de la comida, herramientas y otros útiles que no le harían falta a él. Una vez la hogura estuvo lista y el agua de la sartén, la cual estaba sobre la hoguera, empezó a hervir, Parlaf introdujo las semillas, las movió y el liquido que paso de un color claro a uno marrón, lo vertió en una jarra y se la dio a Keroloth, el cual necesitó ayuda para beber.

-No te salvará la vida, pero podrás morir luchando- dijo Babo.
-Señor, ya ceremonia de Brutus ya está lista- dijo Tidus.
-Muy bien, ahora vamos- dijo Babo.

Todo el grupo se dirigió a la fosa de Brutus, el cual todavía no estaba enterrado, sino que solo estaba dentro del foso. Babo introdujo su espada y su armadura completa, además de sus pertenencias más personales, como el collar que le regaló su hija, un retrato de su mujer en miniatura y su famoso collar, el cual había pasado de generación en generación, el collar era una espada y un escudo de cometa con el emblema de la casa Brutus, éste consistía de un árbol en el cual estaba posado un búho. Todos comenzaron ha echar tierra, mientras babo pronunciaba unas palabras:


Tras ésto, todos regresaron a sus puestos y continuaron la vigilancia, ahora todos tendrían que hacer más rondas, pues Brutus había muerto y Keroloth estaba siendo atendido por Babo.

-Ba..bo- intentó decir Keroloth.
-Parece que ya puedes ir articulando palabra, aunque es recomendable que no hables mucho- dijo Babo.
-¡No me de..is con...se...jos de buen m...ago!-dijo Keroloth mientras tosía y se reía como podía.
-¡Callad!, no vaya a ser que os atragantéis con vuestro peculiar sentido del humor- dijo Babo mientras soltaba una sonrisa.
-Po...bre Br...utu...s- dijo Keroloth.
-No creo que deberías pensar en eso ahora, los muchachos ya están bastante desanimados, lo único que no les hace retroceder es su honor y que hemos ganado la batalla- dijo Babo.
-¿Cómo e...s que u...n mago h...a aca...ba...do aqu...í?- preguntó Keroloth.
-Veréis, cuando yo empecé en el monasterio solo me daban tareas como barrer, repartir comida, etc...
Pero un buen día entró por la puerta un hombre corpulento, rubio, el cual tenía el pelo recogido con una coleta, nunca dijo su nombre pero me echó un cable y yo a él, hasta consiguió que un paladín llamado Sergio me enseñase a fortalecerme y pelear, pero ese hombre rubio pasó la prueba de fuego y desapareció, solo le volví a ver cuando buscaba a pedro por algo, aunque nunca dijeron el motivo...Bueno, miento, le vi antes cuando buscaba la ayuda de Pyrokar, se rumoreaba por ahí, que era para el ojo de Innos, pero no estoy seguro- explicó Babo.
-Según m...e han con...ta...do e...ras mu...y tími...do y asus...ta...dizo- dijo Keroloth.
-Si, aunque la gente en un ambiente hostil cambia de parecer y como se suele decir "espabila". Donde empecé a pensar más fríamente fue en mi prueba de fuego, ahí es donde cometí mi primer crimen, un novico, no me acuerdo como se llamaba, pero si de rostro, asustado, llorando, caminaba sobre el puente de madera y ¡zas!, mi tormenta de fuego quemó el puente, el cual se precipitó a los infiernos y al aprendiz con él, cuando el puente cayó al río, estaba completamente calcinado y del novicio solo quedaban los huesos. Aunque gracias a eso tres novicios más, no murieron aquella tarde. Lo peor estaba por llegar, me acercaba a mi destino, una cueva, cuando dos novicios me asaltaron con bastones, el primero me fue a golpear, pero como tuve nociones de lucha le agarré el bastón, le propiné una patada y le golpeé la sien, el muchacho cayó al suelo, temblaba y escupía sangre por la boca, el otro huyó, no me lo pensé ni un momento y una flecha de hielo atravesó su cuello como si de mantequilla se tratase, más tarde conseguía acceder a la cueva, donde tuve que deshacerme de dos reptadores y posteriormente abrir el cofre, llevar su contenido, etc...- narró Babo, su rostro estaba ensombrecido y tenía un aspecto demacrado, puede que fuese por la mezcla de lucha y malos recuerdos- ¡Qué Innos me perdone!.
-Innos te per...dona, tod...os mata...mos algu...na vez- dijo Keroloth, al cual se le notaba una cierta mejoría, parece ser que la "Haya cobriza" estaba haciendo su trabajo.
-Eso espero. No me apetece hablar más del tema.- dijo Babo con cierta hostilidad.
-Vale- dijo Keroloth.
-Parece que te estás recuperando, ahora deberías descansar- dijo Babo.
-¡Cómo el ma...go orde...ne!- dijo Keroloth mientras sonreía.

Babo volvió a su puesto de guardia. Pasó un largo día y una larga noche, por la mañana se volvieron a oír tambores, Babo fue el primero en despertarse y levantó a los demás, Kerooth no fue despertado, pero se levantó, equipó y volvió a su antiguo puesto. Todos observaban caminos, prados, árboles, cualquier lugar por el que pudiesen salir o esconderse, el único gran problema era la niebla, no era muy espesa, pero dificultaba la visión. Todavía se oían los tambores y cada vez más cerca, al cabo de un rato la niebla comenzó a despejarse y se puedo apreciar a un gran grupo de lagartos y orcos marchando por el camino principal, Parlaf no divisó a ningún pequeño grupo intentando entrar por retaguardia, por lo que Keroloth ordenó que todos se centrasen el la zona norte, por donde venía en gran grupo. Babo había contado a veinte lagartos, veinte orcos, dos oficiales lagarto, dos chamanes orcos y un gran orco a la cabeza de todo el ejercito. Al parecer el mismísimo líder orco, había venido para tomar la loma. Keroloth sabía que no era posible ganar, pero que era importante matar al mayor número y sobre todo matar a Krush Varrok.

Cuentos y Leyendas

Cantar III "Acto de honor"

Krush Varrok gritó "serp", y uno de los oficiales lagarto, acompañado por un chaman, diez lagartos y cinco orcos, comenzaron a subir por el paso, a ritmo de tambor, iban a marcha ligera y el chaman creó una especie de escudo mágico, en el cual los proyectiles rebotaban. Babo comenzó a conjurar, de un momento a otro cinco auras arremetieron contra el escudo, todas las auras eran de un color azul con tonos rojizos. Babo comenzó a sudar y a gritar, estaba proyectando todo su poder, el chamán resistía, pero le estaba costando mantener la concentración. En un momento de debilidad el escudo quedo entreabierto y Parlaf tensó el arco, apuntó y disparó, la flecha surcó el cielo y atravesó el pecho del chamán, el escudo cesó, la mezcla de fuerzas mágicas provocó una explosión que propulso a los atacantes en todas direcciones, algunos cayeron por el barranco, otros se estamparon contra las piedras y unos cuantos fueron rematados por los proyectiles humanos. Babo sudaba y temblaba, el ataque le había dejado sin fuerzas, hasta tal punto que se derrumbó.

-¿Señor, se encuentra bien?- preguntó Parlaf.
-¿Qué le ocurre?- preguntó Tidus.
-¿¡Señor!?- gritó Bilgot.
-¡Callad!, ¡postradle ahí!- ordenó Keroloth al tiempo que señalaba el lugar.

Los milicianos le sentaron en una roca y le ofrecieron una poción curativa y dos de maná. Las cuales ingirió rápidamente, pero tardarían unos instantes en hacerle efecto. Keroloth ordenó que volviesen a sus puestos, Babo parecía ir recuperando el color poco a poco.

-¿Se encuentra mejor?- preguntó Keroloth.
-No, mucho, pero por lo que veo usted, sí- dijo Babo.
-Si, ¿cuánto tiempo necesitará?- pegunto Keroloth.
-Un rato, no será muy largo, pero necesitaré un rato. ¿Podréis resistir sin mi?- dijo Babo con una sonrisa.
-Lo haremos, no te muevas de aquí- dijo Keroloth.
-Tranquilo, no lo haré- dijo Babo.

Keroloth volvió a su posición, al parecer Krush Varrok avanzaba con todo su ejercito, un chamán, un líder lagarto, diez lagartos y quince orcos. Keroloth dio la orden de mantener la posición y prepararnos para lo duro, mientras el ejercito enemigo avanzaba, Keroloth comenzó a gritar:


Todos los miembros de la expedición gritaron como locos, parecía que el discurso les había dado fuerzas para luchar. Krush Varrok se quedó expectante, como si hubiese entendido el mensaje de aquél discurso y supiese como eran aquellos guerreros de la loma, los cuales había conseguido rechazar dos ataques, pero él estaba dispuesto a seguir, aunque le costase la vida, no podía permitir que un grupo tan reducido de hombres mantuviesen un enclave estratégico tan importante. El enemigo ya se divisaba y los miembros de la expedición comenzaron ha atacar con todo lo que tenía, flechas, virotes y piedras. Los proyectiles volaban y de vez en cuando causaban alguna baja, pero la primera fila de enemigos, estaba compuesta por orcos con escudos, unos escudos de madera y piel. El chamán orco lanzó una bola de fuego contra Tidus, pero éste la esquivó y disparó un virote contra el chamán, el cual también fue esquivo, pero el hombre lagarto que tenía detrás, no. Por lo que el virote le perforó el hombro. Parlaf consiguió matar a uno de los orcos que portaban escudo y abrió el muro de escudos, pero un hombre lagarto fue ágil, cogió el escudo y volvió a completar la formación. Los enemigos estaban muy cerca y los infantes dejaron las piedras y sacaron sus armas, Keroloth iba en cabeza. El chamán orco lanzó otra bola de fuego, pero ésta contra Parlaf, el cual lo la vio, lo que provocó que la bola impactase contra su tronco y lo quemase vivo, Parlaf en un ataque de furia, corrió hacia el chamán flecha en mano, un orco se puso en medio y Parlaf se abalanzó sobre él, clavándole la flecha en el ojo y quemándole vivo. Ambos quedaron en el suelo ardiendo y gritando.

-Fue un hombre valiente hasta el final- dijo Dobar.
-Honremos su muerte. ¡HOMBRES CARGAD!- gritó Keroloth.

Todos los infantes cargaron, el enemigo también cargó, pero al hacerlo quedaron al descubierto y los tiradores consiguieron matar a unos pocos. Keroloth segó el cuello al primero y atravesó de una estocada al segundo. Dobar golpeó en la pierna a un hombre lagarto y luego en el cuello, matándole en el acto. Un orco golpeó a Dobar en la pierna y Bilgot lanzó el puñal al cuello del orco y éste murió, un hombre lagarto fue ha golpear a Bilgot, pero lo esquivó y le insertó la espada corta en el vientre. El chamán utilizó "Puño de viento" y lanzó a Bilgot volando, al caer, impactó contra unas rocas, lo que provocó que se partiese el brazo derecho y la pierna izquierda, quedando con muchas magulladuras. Dobar se abalanzó por la espalda del chamán golpeándole en la cabeza con tal fuerza, que le partió una parte del cráneo, lo que desembocó en la muerte inmediata del chamán, Keroloth golpeó el pecho de un orco, no sin antes recibir un golpe en el hombro izquierdo, el orco cayó y lo remató una vez en el suelo. Jan lanzó su hacha, la cual mató a un hombre lagarto y con su espada atravesó el abdomen de un orco, pero dicho orco le empujó y le segó la mano derecha. Jan cayó al suelo desangrándose, cuando el orco de iba a dar el golpe final, Jan con sus última fuerzas pegó una patada a la espada que estaba en el abdomen del orco, lo que hizo que ésta profundizase más y en consecuencia el orco cayó encima de Jan, muerto, pero el impacto también mató a Jan. Tidus disparó un virote, el cual atravesó la sien de un hombre lagarto, matándolo en el acto, ese era el último infante lagarto, ya solo quedaban Krush Varrok, el oficial lagarto y seis orcos. Uno de los orcos se acercó a Bilgot, el cual estaba completamente moribundo y le segó el cuello con tal fuerza que le cortó la cabeza, la cual rodó hacia el cráter, la cabeza rodaba y Babo, que ya se había recuperado, se quedó observándola, todavía se apreciaban los músculos tensos y parecía que la cabeza sonreía sarcásticamente. Babo vio al orco y le lanzó una flecha de hielo a la pierna y posteriormente una bola de fuego a la cara. Dos de los orcos alcanzaron la posición de Tidus, el cual tenía cargada la ballesta y apuntaba a los orcos, éstos caminaban lentamente hacia él, los tres sabían que en cuanto se disparase el virote moriría dos, un orco y Tidus. Tidus disparó al orco de la derecha en la frente y éste cayó al suelo, el otro orco saltó, Tidus se protegió con la ballesta, pero el hacha la partió por la mitad y le propinó a Tidus un tajo en la cara, lo que procuro su muerte. Dobar peleaba con el orco, el cual le había golpeado en el hombro derecho, el orco se abalanzó, Dobar le golpeó en el abdomen y luego en la cara, una vez el orco estuvo en el suelo, siguió golpeándole una y otra vez hasta cansarse, pero cuando se quiso dar cuanta el oficial lagarto le atravesó de lado a lado, Dobar estaba ensartado en la espada del hombre lagarto, no se sabe si ésto es leyenda o no, pero le dijo: "Serp Innos verdammt dich", tras escupir sangre en la cara del lagarto. Tras ésto, una bola de fuego impactó en el lagarto, lo que provocó que feneciese. Keroloth tenía algunas heridas, pero podía seguir luchando. Keroloth mató a otro orco de un tajo en la nuca, el compañero del orco embistió a Keroloth y éste cayó al suelo, mientras caían golpeó la pierna del orco y éste cayó contra él, pero Keroloth fue hábil y puso la espada en forma vertical, antes de la caída del orco, por lo que el orco se ensartó en la espada, cual pollo. Babo mató al último guerrero orco conjurando un rayo. Keroloth estaba muy tocado y le costaba mantenerse en pie, Krush Varrok cargó contra él y lo embistió, Keroloth cayó al suelo y su espada voló hasta quedarse clavada en el suelo. Babo fue a conjurar, pero no tenía ya fuerzas. Krush Varrok elevó su mandoble y atravesó a Keroloth. Una vez mató a Keroloth, pronunció las siguientes palabras: "Odpočívaj v pokoji, pre vás bolo veľkým súperom", que en la lengua común quiere decir: "Descansa en paz, pues has sido un gran rival". Tras ésto miró a Babo y se acercó a él. Babo cogió el mandoble de Keroloth y fue a golpear a Krush Varrok, pero éste guardó su arma, que según las tradiciones orcas, eso quiere decir tregua para dialogar. Babo clavó el mandoble en el suelo y Krush Varrok se acercó a él.

-Tú pelear bien morra- dijo Krush Varrok.
-Tú tampoco lo has hecho mal- dijo Babo.
-Tú tener opción de ir y contar historia o quedar y morir bajo espada- dijo Krush Varrok.
-Me iré, pues ya no me queda nada por lo que luchar aquí- dijo Babo.
-Tú ser morra inteligente, yo escoltar hasta entrada de valle- dijo Krush Varrok.
-Se lo agradezco, me gustaría salir cuanto antes de esta maldita isla- dijo Babo.

Tras ésto, hay gente que dice que Babo murió antes de salir de la isla, que Krush Varrok lo mató e incluso que Babo mató a Krush Varrok cuando éste estaba distraido, pero la verdad es que viví lo suficiente como para contar la historia, una historia de hombres valientes, los cuales puede que no creyesen ciegamente en su causa, pero dieron su vida por algo, dieron su vida por la libertad, puede que no fuese la del reino, pero si la suya, espero que ésto nos ayude a comprender que no es siempre el hombre el bueno de la historia, sino que es simplemente un factor más de a historia. En la vida no hay ni buenos, ni malos, la vida no es blanca o negra, sino gris.

buen relato este es bastante largo

Revivo el tema. He de decir que a partir de ahora trabajaré más activamente, pues en las navidades no he podido.

Guía de palabras:

"Bellatorr Sanguirn" (Campeón)
"Viarn Durarn" (Camino angosto)
"Manurr Sororr" (Mano hermana)
"Gerrurst" (Cadalso)
"Praiers" (Misa/rezos)
"Dodakarnt" (Candado)


Contaré la historia de un hombre cuyo nombre no aparece en los libros y cuyas hazañas se han perdido en los anales de la historia. Mas una cosa dejó impregnada en nuestra tierra, su legado. Tras años de estudio y recopilando información, creo poder afirmar que estoy listo para contaros su historia. Una historia peculiar y entretenida, pero sobre todo emocionante y apasionante.

Erbin Romél, quien tiempo después sería conocido como "El zorro rojo", nació en Faring cuando solo era un humilde y pequeño pueblo de pescadores y cazadores. Se desconoce la fecha, pero los pocos escritos existentes realzan la figura de una comunidad independiente, por lo que sería justo pensar que ocurrió años antes del del reinado de Rhobar I, es más, "El zorro rojo" llegaría a cruzarse con el famoso monarca, pero eso es otra historia. Dicha comunidad estaba gobernada por un "Justo", nombre que recibían los gobernantes de las comunidades de Myrtana, a excepción de algunas que eran regidas por monarquías o por caudillos elegidos a golpe de espada. Algunas comunidades como la de Faring se basaban en la "Ley de fuego", tallada en una tablilla con diferentes apartados.


"Por la gracia de Innos y el fuego eterno que arde en los corazones de los hombres, los cuales son orientados por el fuego de Innos, perturbados por la sombra de Beliar y bañados y equilibrados por la templanza de Adanos. Los hombres son guiados a elegir a su dirigente, el cual deberá ser justo, pues solo los justos gobernarán, así lo quieran los dioses"

"Los dioses nos han dado la virtud del juicio, para que seamos quienes decidamos y juzguemos al mejor gobernante. Aquél que defienda nuestros hogares e inclinaciones, sin ánimo lucrativo o cualquier otro tipo de ambición"

"Solo se presentarán los hombres que cumplan la madurez. Ellos vendrán y expondrán sus intenciones. Una vez el pueblo elija a los cinco "Justos", éstos elegirán a un Bellatorr Sanguirn, el cual luchará sin derecho a negación. Los Bellatorr Sanguirn se enfrentarán en un torneo utilizando las varas Juiciosas. Los dos últimos en pie, se enfrentarán en el Viarn Durarn. Aquél que gane, se convertirá en Manurr Sororr y elevará a su Justo a gobernante"

"Así lo quieren los dioses y sobretodo el justo y poderoso Innos, hermano y padre de los hombres y los dioses. El rey de reyes, el dios de dioses"

Vengard. Sumo sacerdote Isidrum von Cadar.


El anciano acabó la lectura y le entregó la piedra tallada a su ayudante, el cual la depositó en el altar, en los brazos de una antigua estatua del dios del fuego. Antiguamente su nombre difería según la región. Inous, Innae, Inwas o Anait. Uno de los pueblos de Myrtana, la aún joven y pequeña ciudad de Geldern, que por aquél entonces contaba con un muro defensivo; su base era de piedra y la parte superior, una empalizada de madera. La ciudad se nutría de las múltiples minas de los alrededores, las cuales financiaban su expansión. La expansión del reino Gelderniano.

"Mapa: máxima expansión del reino Gelderniano"

Spoiler:

Trelois o también nombrado como Treloirs, es la actual fortaleza de Trelis, en aquél momento solo era la unión de varias granjas familiares. Dichas propiedades estaban bajo la dirección del gobernador Tenorious, enviado por la corona de Geldern. Éstas eran la principal fuente de alimentos del reino, por lo que estaban fuertemente custodiadas por tropas geldernianas. Solden o también conocido como Soldern, haciendo referencia al acento gelderniano, era un punto estratégico. Desde su fortín en Solden, construido de forma similar al muro defensivo de Geldern, piedra en la base y madera en la parte superior, las tropas del penúltimo rey de Geldern, Sigcor, combatían a los Vándalos o Vandalaers del norte que intentaban penetrar en el reino en busca de las riquezas que le aportarían las minas. Este enclave estratégico también le proporcionaba a la capital: pescado, carne y harina. El rey Rhobar I para la unificación del reino, tendría que enfrentarse con Walia o Walliars, en la famosa batalla de "Okerars". En la que las tropas de Walia serían derrotadas y los prisioneros serían arrojados por los acantilados de dicho lugar, hoy conocido como Okara. En este vasto reino, el dios del fuego era conocido como Innae, lo cual tuvo especial relevancia en la formación de la lengua común y en la evolución de la palabra, que tras varias transformaciones y mezclas lingüísticas, dio lugar a Innos.

El anciano nombró a los "Justos" y éstos subieron al Gerrurst. En todos los pueblos era tradición que hubiese un Gerrurst en la plaza principal, en el cual se pregonaban noticias, se daban Praiers, debido a que el altar se encontraba en uno de sus laterales; se ajusticiaban criminales y se subastaban esclavos, animales, objetos y propiedades. El cadalso era de piedra tallada, posteriormente se instauraron los de madera, ornamentado con el estilo predominante de cada región. En algunos cadalsos, se tallaban los mitos e historias más famosas y relevantes de Myrtana, los cuales variaban según la zona y ocupaban los corazones supersticiosos y místicos de las gentes del continente.

-¡Qué los "Justos" elijan a sus campeones!- gritó el anciano.

Erbin Romél era un muchacho alto, delgado pero corpulento y con más fuerza de la que aparentaba; ojos verdes, un cabello largo y oscuro como la noche, recogido en una coleta y acompañado de una barba al estilo Dodakarnt. Éste último muy similar al que posteriormente portaría un hombre años después, un hombre valiente y fuerte, del cual desconocemos su nombre, pero no sus hazañas. Erbin tenía la firme convicción de que su hermano, uno de los "Justos", le elegiría como Bellatorr Sanguirn, pues se había estado entrenado durante muchos años para esta ocasión. El primero en elegir fue Cronais, uno de los mejores herreros de la región. Éste eligió a su primo Agnus. Un muchacho bajo, pero fornido; de pelo rubio y ojos negros. El siguiente fue Talaulko, mercader y alquimista, se decantó por el jefe de la guardia, Tillus. Hombre de una altura considerable, robusto; de pelo marrón y ojos verdes claros. El tercero en elegir fue Karncat, cazador y carpintero, su elección estuvo condicionada por una tradición de dogmas propios, elegir a su ayudante, y se mantuvo fiel a su doctrina. Su aprendiz Attillae, un chico de estatura media y larga melena marrón; ojos negruzcos y perilla poblada, fue el elegido. El hermano de Erbin, Güelbels, eligió a uno de los guardias y mejor amigo Bledius; el cual era alto, corpulento, de pelo corto grisáceo, extraño para un hombre de su edad, y ojos azules; estaba afeitado y ostentaba una cicatriz que cruzaba desde su pómulo izquierdo hasta la nariz, un corte que le daba un aspecto siniestro. Erbin entró en cólera y gritó al último justo que quedaba por elegir, Hannivalae.

-¡Hannivalae, elegidme!- se habría paso entre la multitud- ¡Pues he sido traicionado por mi propio hermano!- la cara de Erbin mostraba odio y furia. La gente exclamó al oírle gritar y su hermano se cubrió la cara con la mano ladeando la cabeza con gesto de negación. Al final, Hannivalae acabó eligiéndolo.

-¡Erbin!- llamó Bledius.
-¿Qué queréis?-
-Espero que estéis contento con vuestra artimaña, aún así, que gane el mejor- le extendió el brazo, Erbin lo agarró y se acercó a él.
-Que así sea- le dijo al oído.

Los justos acompañaron por el camino a sus campeones, el torneo se celebraría en la arena, un recinto de piedra o en algunos lugares de madera, donde se celebraban combates y apuestas. Las apuestas de la aldea las llevaba el administrador de la aldea, Agripa, el cual admitía toda clase de objetos, pues todavía no se había acuñado una moneda única, es más, solo había una moneda existente, el "rodio", eran de hierro y solo eran empleadas por mercaderes pertenecientes a las cuatro ciudades que formaban el gremio de artesanos y mercaderes de Myrtana.

Mapa de las rutas mercantiles del gremio.

Spoiler:

Esta moneda provocaba multitud de conflictos, pues por ejemplo: un mercader tenía una moneda de hierro pequeña y con ella solo podía comprar una tela de poca calidad, con una mediana una oveja y con una grande un mueble. Normalmente se producían peleas por el valor de la moneda, aunque todo solía solventarse con el regateo.

-Se que os sentís ofendido porque vuestro hermano no os haya elegido, pero...- dijo Hannivalae al tiempo que subían por un camino de tierra serpenteante que conducía a la arena.
-¿ofendido?, me siento traicionado- dijo con indignación Erbin- traicionado por mi propia sangre. ¿Sabéis cuánto he luchado para llegar hasta aquí?.
-¡No seáis egoísta!, ¿creéis que sois el único que ha sufrido y ha luchado?- preguntó retóricamente Hannivalae- madurad y aprended a ser fuerte. No porque luchéis por algo tendréis el derecho a obtenerlo o ganarlo rápida y fácilmente.
-Mis disculpas, pero creí que...-
-Dejad de creer y luchad por lo que tenéis. Si es verdad que queréis vengaros de vuestro hermano, ganad y quitadle la oportunidad de gobernar- Erbin escuchaba atentamente- y tened en cuenta algo chico, los que más os aprecian serán los que mayor daño os hagan. Nunca confíes en nadie, ni siquiera en quien os da este consejo, pues puede que él quiera algo de vos y vos no lo sepáis. Ahora ganad y consegidme un cargo de honor, chico.

Se les asignó un animal y un color a cada jugador, por lo que llamaron a cada luchador por su nombre de animal, cuando fueron a entregar las varas "juiciosas".

-Agnus: Jabalí - verde.

-Tillus: Ciervo - marrón.

-Attillae: Lobo - gris.

-Bledius: Huargo - negro.

-Erbin: Zorro - rojo.

Todos los "Bellatorr Sanguirn" portaban sus respectivas varas y estaban dispuestos en posición.

Continuará...

que bueno este mini relato!! esperando continuación Taok,,
Sólo una cosa,,, esta frase "Uno de los pueblos de Myrtana, la aún joven y pequeña ciudad de Geldern, que por aquél entonces contaba con un muro defensivo, su base era de piedra y la parte superior, una empalizada de madera. Se nutría de las múltiples minas de los alrededores, las cuales financiaban su expansión. " No es correcta,, habría que cambiar el punto por una coma después de empalizada de madera.. o era punto y coma? dichosa ortografía jeje

Psico , para ti sera mini , para mi es todo una novela xDD
Buen capitulo , como digo siempre , cada vez me molan mas los mapas que haces xD , la verdad es que no se como los haces , esta claro que con el paint no porque se sale , se nota que te tomas tus ratos en hacer los mapas xD

PD: sugerencia: podrias poner a ardea en alguno de tus relatos es un buen sitio

Este relato promete realmente mucho, he de decir que me ha dejado con buen sabor de boca. Me gusta este lenguaje a lo Burgess que te has inventao, y...veo cierta inspiración latina en los nombres?? Sigue así